Karnak la ciudad más venerada
Karnak, la ciudad más venerada.
La ciudad que se dedicó a Amón Ra, esta al noreste de Lúxor a un costado del Rio Nilo y es parte de la zona antigua Tebas. Es el templo más grande del mundo, cuenta con 60 hectáreas, 5 000 sacerdotes trabajaron en el, y fue construido por Ramsés II y Amnofisis II. Dentro del templo hay miles de recientos, y capillas. Entre ellos el Recinto de Amón Ra, Montu, y Mut, así como los templos de Ptah, Opet u Jonsu.
Sabes que eres parte insignificante o rey del mundo cuando ante ti hay una avenida de grandes esfinges con cabeza de carnero que unen el templo de Karnak con el de Lúxor. Esta ciudad cuenta con un embarcadero que comunica el templo con el Nilo. Su patio es enorme, pero lo más bello y representativo de Karnak son Dos obeliscos de Sethy I, el gran escarabajo y sala Hipostila.
Todo el conjunto está protegido por una muralla de adobe de 2400 metros de perímetro, con p8 puertas de piedra y 2 monumentales
El gran escarabajo
Símbolo del sol naciente y la resurrección, te protege contra el mal y te es portador de la fuerza y el poder. Es la transformación de la existencia, cuenta la leyenda que si das siete vueltas a la izquierda y siete vueltas a la derecha y haces ofrenda al sol naciente, él te hará portador del poder y la fuerza para lograr tus objetivos.
La sala hipóstila
La sala hipóstila se le conoce como el bosque de piedra, dentro de esta sala eres pequeñito ante las grandes columnas que se elevan ante ti. Una sala sin techo donde puedes mirar las estrellas o la intensidad del sol. Un lugar donde puedes creer que estas más cerca del infinito, es sin duda uno de los lugares más bellos donde he podido estar. Puedes sentarte a reflexionar, correr entre las columnas como si te quisieras escapar o sencillamente puedes admirar los relieves y su decoración de estas 134 columnas en forma de papiro.
Dos obeliscos de Sethy I
Una linda historia tienen los obeliscos. Y es que tan bella es la tierra como airoso es el cielo, ¿porque entonces no estar juntos la tierra y el cielo? Es el Dios Geb de la Tierra y la Diosa Nut del Cielo quienes se enamoran pero tan lejos están el ser el uno del otro que el Dios Geb supone en su obelisco la simulación de su pene, creyendo que entre más cerca estará del cielo y más grande sea el placer que pueda darle a su Reina, ella estará cerca de él así que el obelisco siempre la hará suya.
Triste es la vida como triste son algunas historias de ensueño, el simple deseo jamás es suficiente para acercar a dos personas menos siendo tan distintas aun cuando sean Dioses. Ella será la Reina del Cielo y el será el Dios de la Tierra, sus placeres querrán alcanzarla y sus manos querrán tocarla, ella querrá ser suya cada noche y cada día pero cada uno pertenece a un mundo diferente, ella en las alturas y él en la fertilidad del suelo, vivirán todos los días el sueño de querer ser del otro y la realidad de no poder serlo.