Efímero delirio

03.07.2012 00:45

 

El recuerdo es quien te toca por las noches, el pensamiento quien te persigue por las mañanas y la ansiedad quien te acompaña. Ansiedad de volver a verte, de volver a besarte y de volver a tenerte. Solo unas noches, solo unas tardes, solo unas horas, más que siempre algunos instantes.

Tu recuerdo es quien habla. Eres la curiosidad inexplicable, la entrega perdida, y una breve salida. Besos y caricias adictivas e ilusiones esparcidas. Eres nada y eres todo. Eres todo y no eres nada. Sé que no sientes nada pero no me importa nada. Tan fugaz como la estrella, tan acogedora como la montaña y tan bella como la mañana. Presuntuosa como la riqueza, fría como la noche y engreída como la valía. Mirada con brillo de luna, breve como el atardecer y tranquila como el alba.

Yo exagerado y tu mesurada, yo perdido y tu sendero, tu realista y yo soñador. Tan distintos, tan infames, y tan adorables. Si pudiera ser viento para enredarme en tu espalda lo haría con la esperanza de que te enamorarás; pero en el camino donde no hay esperanzas solo la frivolidad es lo que acompaña.

Tu quien viene del Mar, ¿coincidencia o casualidad? yo que conozco el mar, sé que solo podrás ofrecer los breves instantes del ocaso, la frescura del agua, la pasión de una re volcadura y lo salado de una despedida. Pero más allá de eso, sé que existe la profundidad del alma.

Tan efímero como el delirio mismo, porque te quiero aunque no lo demuestre, te extraño aunque a veces no lo piense, te necesito aunque a veces no lo diga, y aunque te sorprenda te deseo con el alma.